El ingeniero alemán Karl Benz desarrolló el primer automóvil a gasolina de todo el mundo en 1885, popular como Motorwagen (vehículo motorizado). Para edificarlo, Benz puso un motor de combustión interna de 4 tiempos de un solo tubo en un chasis de tres ruedas. El vehículo se encontraba construido de acero con cuadros de madera; sus ruedas eran de acero con caucho macizo; y la dirección consistía en un piñón y cremallera que impulsaba la rueda frontal. Su agilidad máxima era de 16 km/h.
El 29 de enero de 1886, Karl Benz presentó una petición de patente frente a la Oficina Imperial Alemana de Patentes en Berlín para resguardar su reciente invención. Poco después, la Oficina Alemana le dará el registro no. 37.435 para generar y comercializar en única el Motorwagen, reconocido como el primer automóvil de combustión interna de la historia. .
El avance del automóvil no podría haber sido viable sin los avances en tecnología y también industriales que acarreó con su llegada la revolución industrial. Entre estas, por servirnos de un ejemplo, la máquina de vapor, cuyo mayor creador fue el británico James Watt, y que dejó la invención de los trenes y, al tiempo, los primeros intentos de los vehículos.
El primer turismo eléctrico
El primer prototipo de vehículo eléctrico data, para sorpresa de todos, de 1834. En ese instante, la iniciativa que procuraban era miniaturizar los medios de transporte de el instante: el ferrocarril. De esta manera, tendrían un transporte considerablemente más ágil que no requiere infraestructuras muy costosas para operar.
Pero no fue hasta 1880 en el momento en que vio la luz el primer vehículo eléctrico en servicio. Un viejo proyecto, que hoy en día experimenta un avance increíble relacionado al incremento de los costes de los comburentes y los inconvenientes de emisiones de gases de efecto invernadero.