En un inicio, la gama T-Cross incluye ámbas variaciones mentadas del motor de gasolina de tres tubos 1.0 TSI, de 95 y 115 CV, y el 1.6 TDI de 95 CV. La única motorización con la que se puede decantarse por la caja de cambios DSG es el potentísimo 1.0 gasolina. Y ojo, por el hecho de que cada vez hay que rascarse menos el bolsillo para hacerse con la caja de doble embrague: 1.210 euros, eso es lo que cuesta como opción, completamente aconsejable.
El testigo se prende al arrancar el vehículo y después se apaga. ¿Debería verlo nuevamente?
No. La luz de observación siempre y en todo momento debe prenderse en el momento en que se comienza el vehículo y apagarse tras unos segundos. Así, puede cerciorarse de que la luz siempre y en todo momento esté andando y puede estar alarma si algo sale mal.
Daniel Achondo es el servicio técnico oficial de Volkswagen y Skoda, planea tu tiempo aquí.
¿De qué forma se proporciona el VW T-Cross?
La gama del VW T-Cross es realmente simple, puesto que solo se puede seleccionar entre tres motorizaciones distintas, todas y cada una de gasolina (tienen el propio C de la DGT). Se vende con motor 1.0 TSI de 95 o 110 CV; y un 1.5 TSI de 150 CV como encuentre de gama.
En la situacion de la oferta en cuestión, se habla del tricilíndrico 1.0 turbo de 95 CV y 175 Nm de par, tracción frontal y caja de cambios manual de cinco velocidades. El desempeño de este mecanismo es muy divertido sabiendo que hablamos de un pequeño tricilíndrico, y es con la capacidad de desplazar bastante los 1.245 kg que pesa esta variación del T-Cross. En verdad, es con la capacidad de pasar de 0 a cien km/h en 11,5 segundos y lograr una agilidad máxima de 180 km/h, todo ello con un consumo medio de 5,8 l/cien km según el período WLTP.